Obesidad: descripción general del tratamiento

Revisado por la Oficina de Políticas y Evaluación Clínica (OCEP), Evernorth

La obesidad es un problema de salud importante que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se define como tener un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más, y puede aumentar el riesgo de condiciónes médicas graves, como cardiopatía, diabetes, apnea obstructiva del sueño y ciertos tipos de cáncer.

El tratamiento de la obesidad implica una combinación de cambios en el estilo de vida, como seguir una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente y, en algunos casos, medicamentos o cirugía para perder peso. El plan de tratamiento específico dependerá de las necesidades y circunstancias de la persona.

Continúe leyendo para obtener más información sobre el tratamiento para la obesidad.

Opciones de tratamiento para la obesidad

Los cambios en el estilo de vida, como seguir una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente, son la base del tratamiento para la obesidad. Si le recetan medicamentos, debe tomarlos junto con una dieta y un plan de ejercicios adecuados. Como último recurso, la cirugía puede ser una posible opción.

Cambios en el estilo de vida

La dieta y el ejercicio son componentes clave del tratamiento para la obesidad. Una dieta saludable debe consistir en una variedad de alimentos ricos en nutrientes, que incluyen frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. Las pautas sugieren ejercicio aeróbico y entrenamiento de resistencia junto con una dieta reducida en calorías. La actividad física regular, como caminar, correr o participar en deportes, puede ayudar a quemar calorías y mejorar la salud general. También se recomiendan intervenciones conductuales, como el establecimiento de objetivos, reuniones grupales o sesiones con médicos (nutricionistas, psicólogos).

Medicamentos

Se pueden recetar medicamentos, como supresores del apetito e inhibidores de la absorción de grasa, para ayudar a las personas a perder peso. Los pacientes considerados adecuados para el tratamiento farmacológico tienen un IMC de al menos 30 kg/m2 o 27 kg/m2 con al menos un factor de riesgo adicional relacionado con la obesidad (como hipertensión o diabetes). Estos medicamentos deben usarse junto con la dieta y el ejercicio, y pueden no ser adecuados para todos. También es importante discutir los posibles riesgos y beneficios de estos medicamentos con un proveedor de atención médica antes de iniciar el tratamiento.

Los inhibidores de la lipasa, o inhibidores de la absorción de grasa, actúan al bloquear la acción de la lipasa, una enzima que descompone las grasas en el intestino. Al bloquear la acción de la lipasa, estos medicamentos pueden reducir la absorción de grasa alimentaria, lo que puede conducir a la pérdida de peso. Orlistat es un inhibidor común de la lipasa que se utiliza para tratar la obesidad y se encuentra disponible como medicamento con receta (Xenical®) y de venta libre (Alli®).

Los supresores del apetito están indicados solo para uso a corto plazo y funcionan al alterar las sustancias químicas liberadas por el hipotálamo, una parte del cerebro que controla el hambre y la sensación de saciedad. Los ejemplos incluyen benzfetamina, dietilpropión, fendimetrazina y fentermina (Adipex-P®).

Los agonistas del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1) son una clase de medicamentos que se utilizan para tratar la obesidad y otras condiciónes, como la diabetes tipo 2. Pueden ayudar a reducir el apetito y aumentar la sensación de saciedad, lo que puede dar lugar a la pérdida de peso. Algunos ejemplos de agonistas del GLP-1 que se utilizan para tratar la obesidad incluyen semaglutida (Wegovy®) y liraglutida (Saxenda®). Estos medicamentos se administran en forma de inyección bajo la piel (subcutánea).

Los fármacos combinados son medicamentos que contienen dos o más ingredientes activos que funcionan de forma diferente para proporcionar un enfoque de tratamiento para la obesidad de múltiples capas. Algunos fármacos combinados frecuentes que se utilizan para tratar la obesidad incluyen fentermina y topiramato (Qsymia®) y bupropión y naltrexona (Contrave®).

Cirugía

La cirugía es una opción para las personas con obesidad que no han podido lograr una pérdida de peso considerable a través de otros métodos, como cambios en el estilo de vida y medicamentos. Hay varios tipos de cirugía para perder peso, también conocida como cirugía bariátrica, que puede ayudar a las personas a perder peso al alterar el sistema digestivo. Los ejemplos de cirugía bariátrica incluyen cirugía de derivación gástrica, gastrectomía en manga y banda gástrica ajustable.

Es importante discutir los posibles riesgos y beneficios de la cirugía bariátrica con un proveedor de atención médica y un cirujano calificado antes de tomar una decisión. La cirugía es un procedimiento importante y conlleva riesgos, como infección, sangrado y complicaciones de la anestesia. También es importante tener en cuenta que los cambios en el estilo de vida, como seguir una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente, son importantes para el control del peso a largo plazo después de la cirugía.

Cómo obtener el tratamiento adecuado

La obesidad es una condición compleja que requiere un enfoque integral del tratamiento. Los cambios en el estilo de vida, como seguir una dieta saludable y hacer ejercicio regularmente, son la base del tratamiento para la obesidad. Los medicamentos y la cirugía pueden ser adecuados para algunas personas, pero es importante discutir los posibles riesgos y beneficios de estos tratamientos con un proveedor de atención médica antes de tomar una decisión.

El tratamiento para la obesidad es un proceso de por vida, y el apoyo y el tratamiento continuos son cruciales para el éxito a largo plazo. Si tiene dificultades con la obesidad, no dude en comunicarse con un profesional de la salud para obtener ayuda y orientación.

Fuente: https://www.ajmc.com/view/review-of-current-guidelines-for-the-treatment-of-obesity